La carretera actual vista desde la Plaza
Las
comunicaciones
Generalidades
A principio del s. XX, Cucalón
presentaba una situación lamentable en lo que respecta a comunicaciones,
haciendo que sus habitantes vivieran en un estado de aislamiento con el
exterior, casi total.
Los caminos que conducían a los
pueblos vecinos, todos de tierra, eran deplorables, escasamente transitables
por carros, debido a las malas condiciones en que se encontraban. Y otros, que
se usaban también en paralelo, muchas veces para simplificar, eran simples sendas
y atajos para las caballerías, con el fin de hacer el trayecto más corto.
Para el desplazamiento a la capital
de provincia, Teruel, era necesario hacerlo por ferrocarril siendo el más próximo el de Calatayud-Teruel,
inaugurado a primeros de siglo, cuya estación más próxima para Cucalón era la
de Báguena, distante unos veinte kilómetros. No hacía mucho tiempo que los
ochenta kilómetros restantes del trayecto hasta la capital, había que hacerlos
andando.
Si se deseaba ir a Zaragoza, el
viaje era más costoso en tiempo y esfuerzo por la lejanía de los medios, ya que la estación más próxima del
ferrocarril de vía estrecha Zaragoza-Cariñena, se hallaba a unos 60 Km. de
distancia. Si no se deseaba hacer esta distancia caminando, otra opción era
desplazarse solamente hasta Mainar, recorriendo a pie los veinte kilómetros
que separan ambos pueblos, para tomar allí una diligencia hasta Cariñena, que
circulaba por lo que es la N-230. Allí se debía hacer trasbordo al ferrocarril
nombrado anteriormente, que había sido inaugurado a finales del s. XIX. Porque el ferrocarril
que unía Zaragoza con Valencia no fue inaugurado hasta el año 1933 y desde
entonces ya se podía tomar el tren en Ferreruela o Villahemosa.
Con estos inconvenientes me imagino
que eran pocas las ganas que tenía la gente de viajar, independientemente de
otros impedimentos, que bien pudieran ser de tipo económico. Los hombres
únicamente conocían las capitales cuando iban a cumplir el servicio militar y
las mujeres apenas salían del pueblo. Algunas, las más privilegiadas, iban a
Daroca de vez en cuando acompañando a sus hombres a comprar alimentos, tejidos
o enseres para la casa, tal como hemos expresado en la Introducción General.
1 - La
carretera actual
La
provincia de Zaragoza, en lo que respecta a comunicaciones, siempre fue un poco
más adelantada que la de Teruel, siendo un tanto benignos en esta apreciación.
Pero la realidad era que ya existían carreteras, de tierra apisonada, como por
ejemplo para unir Daroca y Belchite, Cariñena y Belchite, y otra, que no
recuerdo la procedencia -quizá fuera Cariñena o Muel- que llegaba hasta el
Villar de los Navarros. Por esta carretera circulaba un autobús de pasajeros,
que al mismo tiempo transportaba la correspondencia para los pueblos que
atravesaba e incluso para otros limítrofes con ellos. Pues bien, esta vía
atravesaba el pueblo del Villar y continuaba un tramo más, que se correspondía con
la provincia de Zaragoza, en dirección a Nogueras. En este punto acababa la
carretera en cuestión.
Continuando
con la parte que nos afecta, las autoridades competentes de la época deciden unir
ambas provincias, para dejar comunicados estos pueblos que tanto lo necesitaban
y darles una salida al exterior. A tal fin, hacia el
año veintisiete se inició la continuación de la carretera anterior desde el
punto en que había quedado, es decir, desde el término de Nogueras, último
pueblo de la provincia de Teruel, para su intersección con la de Zaragoza,
enlazando además los municipios de Santa Cruz de Nogueras, Bádenas,
proximidades de Lanzuela, Cucalón y Ferreruela de Huerva. Total unos 24 Km. de
tierra apisonada, para la circulación de carros y caballerías, inicialmente construida como camino vecinal.
Este camino no llegó a cruzar por el pueblo de
Lanzuela debido al caciquismo imperante en la época, ya que se precisaba
expropiar unos huertos y los del pueblo prefirieron que pasara a unos dos Km.
del centro urbano.
Por el término de Cucalón pasa dos veces, pues cuando
lleva dirección a Bádenas, tiene que adentrarse en el término municipal de
Lanzuela y regresar de nuevo al de Cucalón por la falda de la Ladera de las
Costeras, con el fin de salvar cotas de más de 1300 m. de altitud. Igualmente
para que cruzara el pueblo fueron precisas varias curvas pronunciadas, alguna
de ellas en ángulo superior a los 90º.
En la actualidad, este tramo de carretera debidamente
asfaltado, es una continuación de la A-2511 y el sentido de señalización es el
inverso al especificado, iniciándose en Ferreruela de Huerva y finalizando en
Nogueras. En su ejecución primitiva el sentido del trazado era el especificado,
ya que un poco antes de llegar a "La Balsa" estaba la pilastra que marcaba
el miriámetro 2, o sea, el Km. 20 desde su inicio.
Como anécdota de esta información, deseo indicar que
el contratista que dirigió las obras se llamaba Valentín Castaño, el cual
residió en este pueblo mientras construyeron el mencionado camino vecinal.
Incluso uno de sus hijos, Alfonso, nació en Cucalón.
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